BARREDA LLAMA A IMITAR A LOS COSTALEROS QUE NO ESCURRENEL BULTO Y ARRIMAN EL HOMBRO.
«Necesitamos gente comprometida, que no se desentienda de las cosas», aseguró anoche el presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda, en la cena de la Hermandad de Pilatos celebrada con motivo del 40 aniversario de la cuadrilla joven. Barreda, visiblemente emocionado y feliz, recordó su pasó por Pilatos como costalero y se llevó un trocito de la historia de esta popular y admirada hermandad; un trozo del varal que el presidente del Ejecutivo castellano-manchego llevó en su momento. El hermano mayor, Antonio Oraá también le entregó la primera insignia de oro de hermandad.
Para Barreda, fue una noche muy especial, de recuerdos y reencuentros. Le rememoró su llegada al paso de la mano de Conrado Carretero, «temprano madrugó la madrugada y demasiado pronto nos dejó, dijo respecto al amigo fallecido. Tras dejar claro que la devoción que sienten los costaleros es al Cristo del paso, no a Poncio Pilatos, dijo que Conrado Carretero «no se lavaba las manos, se comprometía con las cosas, al igual que hizo el primer grupo de jóvenes que decidió «ponerse debajo del paso».
Una decisión que, sin duda, contribuyó a reactivar la Semana Santa de Ciudad Real, según aseguró José María Barreda. «Fue de las primeras en sacar los pasos a hombros de manera altruista». De este modo, se empezó a quitar las ruedas a los pasos y también a dejar de pagar a los costaleros. «Aquel dinamismo, afortunadamente, todavía dura y por eso me parece un gran acierto hacer un reconocimiento a los jóvenes que en los años 69 decidieron dar el paso de costaleros. Pero no es a Pilatos a quienes llevan a hombre, sino a Jesús», reiteró el presidente, quien subrayó que, como ellos, en todas las cosas «no hay que escurrir el bulto, sino arrimar el hombro». A su juicio, esta pedagogía es muy importante y la que debería primar. «A mi me ha sido muy útil en la vida», recalcó ante un auditorio que le respeta, admira y le reconoce como un costalero más en la hermandad que ha hecho historia en la ciudad.
De su lado, el hermano mayor de Pilatos, Antonio Oraá, tras agradecer la presencia de José María Barreda y recordar su paso por Pilatos, reconoció la labor de quienes le han precedido, José María Abenza y Eugenio Nieto, y aseguró que hay una cantera lista para tomar el relevo y marcar el estilo pilatero.
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